15M post-20N (¿Y ahora qué pasa, eh?)

(Artículo publicado en el Arrels de esta semana)

Pasaron las elecciones y hay quien piensa que con ellas concluyó también la labor del movimiento 15M. Lo peor es que este pensamiento afecta ya no a detractores, sino a simpatizantes del movimiento.

Desde Toma La Plaza Onda queremos reinvindicar lo contrario. Los resultados electorales no nos sorprendieron. Además, las demandas del movimiento (democracia participativa, reforma de la ley electoral, fin de los privilegios de la clase política) no iban a concederse el 20N. Lograr y mantener esos objetivos es una esforzada carrera de fondo.

Para empezar, las propias elecciones: El PPSOE, responsable de la situación actual, continúa controlando los puestos de poder y la forma de acceder a ellos, con el apoyo de más del 70% de los votos (rondando el 85% en Onda). El bipartidismo bajó un 10% desde las anteriores generales, pero sigue en niveles preocupantes para una democracia sana. Por otro lado, el porcentaje de votos nulos duplicó el de 2008 y la suma de nulos, blancos y abstenciones superó el 30%, mostrando el descontento de la población con la clase política. Y todo esto referido al Congreso. El Senado, cámara cuya inutilidad es cada vez más reconocida, recibió más de 2 millones de votos entre blancos y nulos, muchos de estos últimos reivindicativos. Resumiendo: el bipartidismo continúa y hay mucha gente descontenta. Queda mucho por hacer.

Recientemente se celebró el IV Encuentro Estatal 15M en Marinaleda, bajo el lema "de la protesta a la propuesta". En él, el 15M se enfrentó a sus conocidos problemas de organización y a la decreciente asistencia de la mayoría de asambleas. Por contra, se han consolidado núcleos de personas implicadas. Del encuentro surgieron grupos de trabajo para "censar" las asambleas y sus métodos, y así poder mejorar entre todas. También se trazaron líneas futuras de acción.

Por nuestra parte, entendemos que Toma La Plaza Onda debe seguir reivindicando la participación de los ciudadanos, vigilando la tarea de los políticos, protestando por aquello que consideremos injusto y haciendo propuestas. Somos muchísimos menos que al principio, cada cual tendrá su excusa para no venir. Aún así, los domingos a las 18:00 cualquiera está invitado a acudir al Raval y ayudarnos a intentar mejorar las cosas.

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