No queremos conseguir votos para formar un partido. Cada cual elige su postura política dentro del movimiento y fuera. No queremos votos porque pensamos que para la opinión pública sería contradictorio y creemos que posiblemente también acabaríamos siendo nosotr@s víctimas de la corrupción. Este país, por desgracia, está corrupto.
No queremos ser los que siempre están en contra de todo, porque consideramos que los sentimientos y la solidaridad están fuera de la amplitud política que tiene cada persona.
Entonces, ¿qué queremos? Queremos que la gente hable con los que tienen problemas, ya que gracias a la crisis mucha gente se ve arrastrada a la exclusión social y a problemas psicológicos, y la única manera de conseguir que esto cambie es demostrarlo todos juntos, sin partidos (que sólo quieren cobrar). No sólo podemos cambiar las cosas a nivel nacional, sino a nivel internacional, global.
Tantos fraudes y especulaciones han provocado que haya tanta gente que no tiene vivienda o trabajo. Pero si ese dinero no se hubiera utilizado mal, podría haber comedores sociales, dinero para cuando hay catástrofes o epidemias. Esta reflexión nos hace pensar que además de que el mundo está mal repartido, está mal gestionado. Pero la gente que piensa que no tiene problemas también se verá afectada por los problemas de sus familiares o vecinos. Esto hay que cambiarlo de raíz, dejando la política de partidos al margen. Hay que humanizar la globalización, es decir: primero las personas; después, la economía y la política.
Un indignado de Onda.
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